05/01/2024
La naturaleza y la historia a menudo entrelazan sus caminos de formas sorprendentes, dando origen a nombres de lugares que encierran relatos de tiempos pasados. En la costa de Galicia, bañada por el mar Cantábrico, se encuentra una isla cuya denominación despierta la curiosidad de muchos: la Isla Coelleira. Su nombre, que resuena con la presencia de pequeños mamíferos de largas orejas, nos invita a explorar su pasado y comprender por qué esta porción de tierra emergiendo del mar lleva el evocador apelativo de Conejera.

Si bien la pregunta sobre una isla española con una población específica de 300 conejos puede surgir, el texto proporcionado nos dirige hacia un lugar particular, la Isla Coelleira, cuyo nombre se deriva precisamente de la abundancia de conejos que la poblaron en tiempos antiguos. Aunque no se menciona una cifra exacta y actual como 300, la conexión entre la isla y los conejos es innegable y fundamental para entender su identidad.
Ubicación y Características Geográficas de Coelleira
La Isla Coelleira, conocida en gallego como illa Coelleira, se sitúa estratégicamente en la provincia de Lugo, en la comunidad autónoma de Galicia. Específicamente, se encuentra justo en la salida de la Ría de O Barqueiro, posicionada frente a la punta de Vicedo. Esta ubicación la convierte en un punto geográfico relevante en el litoral lucense, marcando el límite entre las aguas tranquilas de la ría y el vasto océano Cantábrico.
Con una extensión de 26 hectáreas, Coelleira ostenta el título de ser la mayor de las islas pertenecientes a la provincia de Lugo. No solo eso, sino que también se destaca como la isla de mayor tamaño entre las islas cantábricas de Galicia, confiriéndole una importancia singular en el archipiélago costero de la región. Su morfología es distintiva: presenta una característica forma de trapecio irregular, alargada, que se extiende a lo largo de más de un kilómetro. Desde la costa, da la impresión de hundirse gradualmente en las profundidades marinas, un espectáculo visual que combina la solidez de la tierra con la inmensidad del agua.
La isla no es completamente plana; alcanza una altitud considerable de hasta 80 metros sobre el nivel del mar. En su punto más elevado, se erige un faro de mediana importancia, una estructura vital para la navegación en estas aguas, guiando a las embarcaciones que transitan por la zona y alertando de la presencia de la costa.
El Origen del Nombre: La Isla de los Conejos
El nombre de Coelleira no es casual; es un topónimo que revela una parte fundamental de su historia natural. En idioma gallego, "Coelleira" significa literalmente "Conejera". Este apelativo se le otorgó precisamente porque, en tiempos pasados, la isla fue el hogar de una gran cantidad de conejos. El texto menciona específicamente que "antaño", es decir, en épocas anteriores, la isla estaba poblada por muchos conejos. Esta abundancia animal fue tan característica que terminó por dar nombre al lugar, un fenómeno común en la toponimia gallega donde las características del entorno o su fauna influyen directamente en la denominación de los sitios.
Aunque el texto no proporciona detalles sobre cuándo o por qué los conejos prosperaron tanto en la isla, la ausencia de depredadores terrestres y la disponibilidad de vegetación podrían haber contribuido a crear un hábitat ideal para estos animales. La mención de que hoy la isla está "yerma, cubierta de hierba" sugiere que, si bien la vegetación sigue presente, la población de conejos que dio origen al nombre quizás ya no sea tan numerosa como en el pasado, o incluso haya desaparecido, aunque el nombre persista como un vestigio de su historia.
Una Historia Centenaria: Del Monasterio al Faro
La historia de la Isla Coelleira es rica y multifacética, abarcando más de un milenio. La mención más antigua documentada de la isla data del año 1095. En ese momento, un personaje llamado Vimara Menendiz realizó una donación relevante. Esta donación fue hecha al monasterio de San Miguel, y la descripción del lugar donado es clave: «in locum Quonicularia intus mare et face Saure.» Esta frase latina, que se traduce como "en el lugar de Coelleira, en el mar, en la boca del río Sor", no solo confirma la existencia del topónimo en esa época, sino que también sugiere que el lugar ya estaba asociado a la presencia de monjes.
De hecho, la historia monástica de Coelleira parece ser incluso anterior a esta donación. El texto indica que se supone que el primer cenobio, el primer monasterio, se regía por la Orden de San Benito, los monjes benedictinos. Esta presencia monástica en el siglo IX es mencionada, aunque se vio afectada y arruinada por las incursiones de los normandos, un evento que marcó profundamente las costas europeas en aquella era.
Existe un lapso de tiempo significativo, entre los siglos XI y el comienzo del XV, del cual falta documentación precisa sobre el monasterio de Coelleira. Sin embargo, las noticias sobre la isla reaparecen en 1420. En este momento, la comunidad monástica que habitaba la isla ya no era benedictina, sino que pertenecía a los monjes regulares de San Agustín.
La vida monástica en Coelleira continuó bajo la regla agustiniana, pero no estuvo exenta de cambios y dificultades. En 1485, se produjo un evento significativo: el prior Lopo Dourado renunció a sus derechos sobre el monasterio. Esta renuncia fue en favor de Ares Pérez de Viladonga, quien en aquel entonces era el prior de San Martín de Mondoñedo. Este acto llevó a cabo la unión del Monasterio de Coelleira con el centro monástico de San Martín de Mondoñedo, que también estaba sometido a la regla de San Agustín. Esta unión buscaba probablemente fortalecer ambas comunidades o resolver problemas internos.
A pesar de la unión, las dificultades persistieron, especialmente las de índole económica, afectando no solo a Coelleira y San Martín, sino también a otros cenobios agustinos en la diócesis de Mondoñedo. Estas adversidades culminaron en una decisión eclesiástica de gran trascendencia. Mediante una bula papal emitida el 11 de noviembre de 1534, el monasterio y la isla de Coelleira fueron formalmente anexados a la Catedral de Mondoñedo. Esto significaba que la propiedad y la gestión pasaban a depender directamente del cabildo catedralicio.
Sin embargo, las referencias históricas posteriores sugieren que, para entonces, la presencia monástica en la isla ya había cesado. Un documento posterior, fechado en 1595, da fe de que el edificio monacal se encontraba en estado de ruina, confirmando que la isla, aunque todavía ligada a la iglesia, ya no albergaba una comunidad de monjes.
Otros Usos y el Faro
La historia de Coelleira no termina con el fin de su era monástica. La isla tuvo otros usos temporales, algunos bastante curiosos. En 1628, una denuncia presentada por el deán de Mondoñedo puso de manifiesto que la isla estaba siendo utilizada de manera ocasional por navegantes procedentes del País Vasco, a quienes las fuentes de la época denominaban "vizcaínos". Estos marineros utilizaban la isla como una atalaya, un punto elevado desde el cual podían vigilar el mar para la pesca de ballenas. La caza de ballenas era una actividad económica importante en aquella época, y la ubicación estratégica de Coelleira ofrecía un excelente punto de observación.
A pesar de estos usos temporales, la isla cambió de manos poco después. Al año siguiente de la denuncia del deán, en 1629, la isla fue vendida a una familia particular. Pasó así de la esfera eclesiástica (a la que estaba ligada a través de la Catedral de Mondoñedo) a la propiedad privada.
El estatus de propiedad privada de Coelleira no duraría para siempre. En el siglo XIX, España vivió un proceso conocido como la Desamortización. Este proceso implicó la expropiación y venta en subasta pública de bienes que hasta entonces habían pertenecido a instituciones religiosas o a la nobleza, con el objetivo de sanear la hacienda pública y redistribuir la propiedad de la tierra. Durante este período, la Isla Coelleira fue desamortizada. Dejó así de pertenecer al cabildo de Mondoñedo (su último vínculo eclesiástico) y pasó a ser propiedad del Estado.
El Estado, a través de la Armada Española, adquirió la isla con un propósito específico: instalar infraestructura que ayudara a la navegación. Así fue como se decidió construir un faro en Coelleira. El faro que hoy corona la isla es un testimonio de esta última etapa de su historia, convirtiendo a la antigua Conejera y hogar de monjes en un punto de referencia esencial para los marineros que surcan las aguas gallegas.
La Isla Hoy y su Legado
Actualmente, la Isla Coelleira, además de albergar su faro, se describe como yerma y cubierta de hierba. La mención de que antaño tuvo muchos conejos contrasta con su estado actual, lo que sugiere que las poblaciones de estos animales pueden haber disminuido drásticamente o desaparecido debido a cambios en el ecosistema, la actividad humana o la falta de un censo actualizado en la información proporcionada. Sin embargo, el nombre perdura, sirviendo como un recordatorio constante de su pasado como 'Conejera'.
La historia de Coelleira es un microcosmos de la historia de la costa gallega: habitada por monjes, afectada por invasiones, ligada a instituciones religiosas, usada para actividades económicas como la pesca de ballenas, objeto de cambios de propiedad y finalmente, transformada por la necesidad de señalización marítima. Todo ello, anclado por un nombre que evoca la naturaleza que la caracterizó en sus orígenes.
Podemos resumir las etapas clave de su historia:
- Siglo IX: Monasterio Benedictino (arruinado por normandos).
- 1095: Donación al monasterio de San Miguel (mención de 'Quonicularia').
- 1420: Monjes Agustinos presentes.
- 1485: Unión con San Martín de Mondoñedo.
- 1534: Anexión a la Catedral de Mondoñedo.
- 1595: Edificio monacal en ruina.
- 1628: Uso como atalaya por pescadores de ballenas.
- 1629: Vendida a una familia.
- Siglo XIX: Desamortización y paso a propiedad de la Armada Española para el faro.
Esta cronología nos permite apreciar la compleja evolución de un pequeño territorio insular.
Preguntas Frecuentes sobre la Isla Coelleira
A partir de la información disponible, podemos responder algunas preguntas comunes sobre esta interesante isla gallega:
¿Dónde se encuentra la Isla Coelleira?
Se localiza en la provincia de Lugo, Galicia, España, específicamente en la salida de la Ría de O Barqueiro, frente a la punta de Vicedo.
¿Por qué se llama Coelleira?
Su nombre proviene del gallego "Coelleira", que significa "Conejera", debido a que en tiempos antiguos ('antaño') albergaba una gran cantidad de conejos.
¿Es la isla más grande de Lugo?
Sí, con 26 hectáreas, es la mayor de las islas de la provincia de Lugo y también la más grande entre las islas cantábricas de Galicia.
¿Hay un faro en la isla?
Sí, la isla alcanza los 80 metros de altitud y está coronada por un faro de mediana importancia, instalado en el siglo XIX.
¿Hubo monjes en la isla?
Sí, la isla tuvo presencia monástica desde al menos el siglo IX (benedictinos), y posteriormente en el siglo XV (agustinos), hasta su anexión a la Catedral de Mondoñedo en 1534, tras lo cual el monasterio cayó en desuso y ruina.
¿Se utilizó la isla para la pesca de ballenas?
Sí, en el siglo XVII fue utilizada ocasionalmente por navegantes vascos como atalaya para vigilar la pesca de ballenas.
¿Perteneció a la iglesia?
Sí, tuvo monasterios y estuvo anexa a la Catedral de Mondoñedo hasta su desamortización en el siglo XIX.
¿Sigue habiendo muchos conejos en la isla?
La información proporcionada indica que 'antaño' (en el pasado) tenía muchos conejos y que hoy está yerma y cubierta de hierba. No especifica la población actual, sugiriendo que la gran abundancia que le dio nombre es cosa del pasado.
La historia de la Isla Coelleira es un testimonio de cómo un rasgo natural, la presencia de conejos, puede dar nombre a un lugar que luego vivirá siglos de historia humana, pasando de ser un centro espiritual a un punto estratégico para la navegación.
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